LA TRINIDAD

Exterior de la antigua fábrica de la Trinidad

Para aquellos que no la conocen, hablar de La Trinidad es contar la trayectoria de una artesanía que cuenta con el reconocimiento oficial como parte de la historia y patrimonio de Sevilla.

La fábrica de la Trinidad empieza su producción en 1902, en el barrio de Miraflores en Sevilla donde se instalarán otras manufacturas surgidas a raíz de una tardía revolución industrial.

Pareja de vinagreras

La producción de vidrio soplado surge en el siglo I a.C. . El elemento fundamental consiste en un tubo o caña de hierro con una boquilla en un extremo. El soplador toma una pequeña porción y le da forma más o menos cilíndrica haciéndola girar. Posteriormente comienza a soplar a través de la caña para formar una burbuja con la masa vítrea y obtener a partir de ella la forma y espesor deseado.

La fábrica pasa por diferentes manos llegando en los años 30 a contar con más de 500 empleados. En el intervalo de los años 50-70 La Trinidad goza de un periodo de cierta tranquilidad en su producción. Una proyección que no fue duradera , pues la llegada de nuevos materiales al mercado y técnicas de fabricación, unido a las consecuencias de la crisis económica del 73, llevan a una imparable decadencia hasta el fin de actividad en 1999. Durante todo este tiempo de actividad, la fábrica siempre ha conservado el mismo sistema productivo : una fabricación semiindustrial más cercana a la artesanía que a la industria. ( Macarena Hernández Ramírez )

Desde el 22 de septiembre de 2001 La Trinidad es, oficialmente , patrimonio de Andalucía. http://www.iahp.es

Mismas jarritas pero de diferentes periodos

El 15 de Mayo del 2002 el pintor Paco Broca realiza una exposición en la Sala Santa Inés. Sevilla, bajo el título «El vidrio o el misterio de la Trinidad».

No es la primera vez que las fábricas han sido objeto de atención en el mundo del arte por su carácter simbólico de modernidad, exaltación de progreso e imagen de contemporaneidad, constituían un hito en el perfil urbano de la ciudad, han sido paulatinamente abandonadas, quedando relegadas y en el mejor de los casos dignas de ser conservadas dentro del patrimonio arquitectónico del siglo XX.

Soplador de vidrio

Paco Broca durante un largo tiempo se trasladó a la fábrica haciendo de ella su estudio. Apartándose de una captación fotográfica y realista, hace de cada cuadro una ventana traslúcida de sensaciones e intensidades (Fernando Martín Martín).

Si te interesa el tema y quieres profundizar contáctanos …..espero al menos haber despertado vuestro interés.

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